El sector de Pitril, a unos 30 minutos de Ralco, fue donde armamos campamento los primeros 2 días a orillas del Río Queuco, a primera vista el río se veía algo lechoso pero esto no nos desmotivo, ya que sus pozones, correderas y remansos nos hacían imaginar lo entretenido que seria la pesca. Después de dejar el campamento listo, armamos nuestros equipos, despues de una enseñansas básicas a nuestros amigos, revisar nuestras moscas y elegir patrones de búsqueda, ya que desconocía el sector, nos inclinamos por Mosca Puye y Bead Head Prince, después de unos lances comenzaron los piques y la captura de lindas Truchas Arcoiris, mi hermano Daniel logro capturando una linda arcoiris de unos 900 grs. Que seria la trucha de la tarde.
Después de darnos cuenta que el río tenia truchas y de muy buen tamaño lo que nos motivo a programar la salida para el siguiente día, decidimos ir río arriba durante la mañana, para poder así recorrer hacia abajo durante la tarde. nos dirigimos nuevamente a nuestro campamento para preparar un rico asado para comentar los hechos y anécdotas del viaje y pesca.
Ya en la mañana, después de una noche de “conversación" a la luz de la fogata y rico asado, con un pequeño dolor de cabeza y algo de sed, armamos nuestros equipos y nos preparamos para la jornada que se nos venia, las moscas a utilizar serian Beah Head Stonfly y Prince, Mosca Puye y Micro-Wolly Bugger Café, entre otras ninfas. Los resultados no se dejaron esperar logrando muy buenas truchas y para sorpresa de todos Rodrigo captura sus primeras truchas utilizando caña tradicional y una moscas Stonfly
Rodrigo Sánchez con su primera Trucha, Mosca Bead Head Stonfly
Luego de recorrer el río y no tener suerte en toda la tarde, llegue a una hermosa corredera acá comencé a lanzar río arriba dejando derivar mi ninfa, fue durante la recogida cuando se asoma el lomo de una enorme Trucha Fario que trato de tomar mi mosca, entre nervios y ansiedad repetí el lanzamiento durante muchos minutos y nada, como buen pescador probé con todo mi arsenal de moscas y ¡ nada !, me sentía derrotado y algo frustrado, así que comencé a probar con stremer, en esta ocasión no dudo en atacar mi mosca y el show comienza, saltos, corridas río abajo y río arriba que llegaron a sacarme unos metros de backing, durante unos largos 8 a
Así llego el anochecer nos juntamos en la desembocadura de aquel pequeño estero para retornar al campamento a contar nuestra jornada y lo sucedido, como es habitual durante cada salida de pesca, nos dimos cuenta que mi hermano Daniel resulto el ganador con mas capturas y una linda arcoiris cercana al kilo de pesos.
Llego el tercer y ultimo día en el hermoso Queuco, la última salida de pesca durante la mañana río abajo, sin mucha suerte, una que otra trucha se dejo capturar para luego almorzar algo rapido y desarmar el campamento , nos dirigimos al siguiente destino, sin antes pasar a despedirnos de los residentes, quienes se portaron deforma magnifica con nosotros, muy agradesidos con ellos y lo hermoso del lugar y el gran Queuco que nos deleito con una muy entretenida y linda pesca. Pronto regresaremos en busca de esas gran farios y una nueva jornada de pesca.
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